Decenas de ciudadanos brasileños de Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, entre otros hicieron sonar sus cacerolas en rechazo a la política de Jair Bolsonaro de minimizar la pandemia del coronavirus.
En un mensaje a la población, Bolsonaro reconoció al coronavirus como un “desafío” de su gobierno. “Ahora enfrentamos el mayor desafío de mi generación, la preocupación siempre ha sido salvar vidas que perdemos debido a la pandemia como aquellos que serán golpeados por el desempleo, violencia y hambre”, señaló.
Pese a estas declaraciones, las personas exigían que se fuera y lanzaron mensajes en su contra. Cabe destacar que, hasta hace unos días, el presidente brasileño se opuso a los consejos de su ministro de Salud, e incluso abandonó el aislamiento obligatorio para mítines políticos restando importancia a la pandemia que ha cobrado la vida de 159 personas.