El Primer ministro de Líbano, Saad Hariri, anunció su dimisión al gobierno tras la ola de protestas que han paralizado al país durante 13 días. Los manifestantes reclamaban la salida de toda la clase política.
Las protestas en todo el país del Medio Oriente, fueron incrementándose tras el alza de impuestos, en particular en las llamadas de voz por Internet, hasta el cuestionamiento a la clase política libanesa.
Hariri señaló que tomó esta decisión en respuesta a las demandas de los manifestantes y para demostrar su compromiso con la seguridad del Líbano. Tras el anuncio, los manifestantes lanzaron fuegos artificiales en Beirut e hicieron sonar las bocinas de sus autos por varias calles.