En Piura, una intensa precipitación que cayó durante toda la madrugada activó la quebrada en el distrito de Montero, en Ayabaca, lo que produjo un huaico que afectó los caseríos Siete de Junio, El Nogal, San Francisco, entre otros.
Además, el agua y el barro ingresaron a varias viviendas de la zona urbana del distrito, a pesar de que los vecinos trataban de evitarlo con sacos de arena. Tras el derrumbe, al menos 30 familias quedaron damnificadas, las que fueron llevadas al coliseo local y un colegio primario para recibir ayuda.
En la provincia de Huarmaca, en tanto, los escolares siguen arriesgando sus vidas cruzando por un puente colapsado hace dos años. Aunque moradores del caserío Zapotal afirman que enviaron una solicitud para su reconstrucción, denuncian que nadie atiende su pedido.
Por su parte, en Tumbes, el Centro de Operaciones de Emergencia Regional emitió la alerta roja ante el incremento del caudal del río, que activó quebradas que aislaron 12 caseríos del distrito de Casitas e inundaron varias hectáreas de arroz y plátano.
Finalmente, en Trujillo, los pobladores pasaron un gran susto luego de que soportaran más de 5 horas de lluvia, lo que produjo la activación leve de la quebrada San Idelfonso. Varios sectores de la parte baja de Trujillo quedaron inundados.
El gerente regional de defensa civil informó que las precipitaciones no alcanzaron los niveles de marzo del 2017.