"Tuvimos que tirarnos el piso, porque no sabíamos por donde disparaba, para el aire o a la pared", fue el testimonio de uno de los ciudadanos venezolanos que estaban alojados como inquilinos en el predio de Miraflores donde un chino desató una feroz balacera, que según trascendió, fueron por motivos amorosos.
Por su parte, Carlos Castro, dueño del edificio, espera las investigaciones policiales antes de tomar una decisión de desalojarlo del arrendamiento.
El ciudadano chino, su presunto rehén y otros dos extranjeros se encuentran en calidad de detenidos, por lo que fueron trasladados hasta la Depincri de Miraflores. Por su parte, peritos de Criminalística llegaron hasta el departamento y encontraron el arma, además de cajas de municiones
