El suceso se registró a la altura del kilómetro 8.5 de la Carretera Central, provocando el pánico entre los pobladores de ese sector, que abandonaron sus viviendas por temor a que se produjera una tragedia.
Tras el accidente, tres vagones del tren, cargado con el material tóxico, perteneciente a la empresa Ferrocarril Central Andino, cayó sobre una vivienda, pero ésta afortunadamente se encontraba deshabitada.
El tren transportaba el material hacia la refinería de Cajamarquilla. Se estima que las labores de remoción duren 24 horas y se descartó riesgo de contaminación en la zona.